domingo, mayo 31, 2009

Sueño y mentira de Franco

fandango de lechuzas escabeche de espadas de pulpos de mal agüero
estropajo de pelos de coronillas de pie en medio de la sartén en
pelotas - puesto sobre el cucurucho de sorbete de bacalao
frito en la sarna de su corazón de cabestro - la boca llena de
la jalea de chinches de sus palabras - cascabeles del plato
de caracoles trenzando tripas - meñique en erección ni uva
ni breva - comedia del arte de mal tejer y teñir nubes
- productos de belleza del carro de la basura - rapto de las menias
en lágrimas y lagrimones - al hombro el ataúd lleno de chorizos
y de bocas - la rabia retorciendo el dibujo de la sombra que le azota los
dientes clavados en la arena y el caballo abierto de par en par
al Sol que lo lee a las moscas que hilvanan a los nudos de la
red llena de boquerones el cohete de azucenas - farol de piojos
donde está el perro nudo de ratas y escondrijo del palacio de trapos
viejos. las banderas que fríen en la sartén se retuercen en el negro
de la salsa de la tinta derramada en las gotas de sangre que le fusilan -
- la calle sube a las nubes atada por los pies al mar de cera que pudre
sus entrañas y el velo que la cubre canta y baila loco de pena - el vuelo
de cañas de pescar y alhigí alhigí del entierro de primera del carro de
mudanza - las alas rotas rodando sobre la tela de araña del pan seco y
agua clara de la paella de azúcar y terciopelo que pinta el latigazo en
sus mejillas - la luz se tapa los ojos delante del espejo que hace
el mono y el trozo de turrón de las llamas se muerde los labios
de la herida - gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros
gritos de flores, gritos de maderas y de piedras, gritos de ladrillos gritos de
muebles de camas de sillas de cazuelas de gatos de papeles
gritos de olores que se arañan gritos de humo picando en el morrillo
de los gritos que cuecen en el caldero y de la lluvia de pájaros
que inunda el mar que roe el hueso y se rompe los dientes
mordiendo el algodón que el sol rebaña en el plato
que el bolsón y la bolsa esconden en la huella que el pie
deja en la roca

Pablo Picasso