martes, junio 01, 2010

Dos pájaros de una tiro

http://www.elpais.com/articulo/espana/Aguirre/manana/he/dicho/barbaridades/elpepuesp/20100601elpepunac_22/Tes

Y aunque muchos podáis pensar que este post ha de servir para que recordemos lo torpe que es Esperanza Aguirre, en realidad es para denunciar la ineptitud de algunos periodistas, que no sé en qué universidad se habrán sacado la carrera.
Desde siempre me ha hecho gracia la utilización de "mediodía" como sustantivo femenino: comemos por la mediodía.
A mí eso nunca me lo habían enseñado en casa, pero, vaya, como tantas otras cosas. Así que toda la vida pensando que yo usaba bien esa palabra (en masculino), cuando, de pronto, me pongo a leer sobre las andaduras de Esparancita: la primera en la frente: "La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha sincerado esta mediodía con su jefe de filas..."

¡No puede ser! ¿Era yo la que ha estado toda la vida hablando mal, diciendo "este mediodía" cuando era "esta mediodía"???...

In RAE we trust:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=mediod%C3%ADa


No fastidien...

viernes, mayo 14, 2010

Que sepáis que si un día me muero, lamentaré que os enteréis por otro. Preferiría poder comunicároslo yo misma.

jueves, mayo 13, 2010

Amb q de quilo

Siempre tengo el mismo problema. La letra de mi DNI es una q de queso. El problema aparece cuando estoy dando mi DNI en catalán. Siempre, al llegar a los últimos números, pienso "que no me pregunten la letra, por dios". Pero de un tiempo para aquí siempre preguntan la letra. Y la conversación va tal que así:
Elotro - I la lletra?
Yo - La Q... la quuuuuu, de queso.

Nunca, nunca, se me ocurre qué palabra decir en catalán que empiece por q.
Pero hoy me ha dado por innovar, con tal mala pata que la persona que anotaba mi DNI se ha puesto rebelde:
Laotra - I la lletra?
Yo - La Q... la quuuuu, de quilo.

Cagada.

L - A ver, q de kilo es k y bla bla bla (MODO voy de lista ON)
Y - Mira, q de quilo es q si es en catalán (MODO soy una repelente ON).
L- Ah

Pues sí, "Ah".
La cosa es que nos hemos puesto las dos en plan como si la otra nos estuviera haciendo perder el tiempo i/o fuera más tonta que abundio y la supuesta tonta de abundio tuviera que demostrar que no lo es.
Al colgar me ha llamado 'guapa'. Espero que mi tono conciliador después de la q de quilo haya servido de algo.

martes, mayo 04, 2010

Flexibilidad y gestión del cambio

Hoy me he dado cuenta de lo poco que me gusta estar a merced de otra persona, ni que sea de la forma más mínima.
Estaba en un curso sobre flexibilidad y gestión del cambio, en porta22. Por un lado, y a pesar de que el tema y el enfoque del profesor me interesan sobremanera, lo que estaba explicando el profesor yo ya lo había oído en otro cursillo impartido por este hombre, al que asistí. Dado mi interés por el tema, quizá esto no habría sido un problema, pero estaba anímicamente flojilla, por lo que un café con mi mejor amigo -y el correspondiente abrazo- se me antojaba mucho más necesario en aquel momento. Además, el profesor había dicho que en la segunda parte haríamos un ejercicio para aplicar lo que se había aprendido. ¿Performance de situación? No, gracias.
Así que en el descanso he llamado al Javi y le he dicho que me iba a ir del cursillo antes de tiempo, por lo que podíamos quedar.
Al volver al aula, he cogido mis cosas, me he puesto la cazadora y le he preguntado al profesor si me podía dar el dossier del cursillo y si quería que contestara la encuesta de satisfacción, que yo me iba porque no me encontraba bien. Él ha contestado que debería quedarme, porque la segunda parte era la buena. Y yo, que me encontraba mal. Cuando a su compañera se le ha ocurrido preguntar si alguien tenía un ibuprofeno, el profesor ha estado de acuerdo con que un ibuprofeno era buena idea y a mí se me ha ocurrido decir que no me encontraba mal físicamente, sino anímicamente. Acabáramos. No ha hecho falta nada más para que se pusieran a informarme, pues, de lo bien que haría si me quedara, precisamente por tener el ánimo bajo. El profesor me ha dicho cosas como que no tenía nada que perder, sólo una hora, que ya que estaba allí tenía que aprovechar, que el mundo de fuera ya lo conocía y que, además, es muy negro. Cuando me ha preguntado por qué me quería ir, y ante el desarme que una pregunta tan sencilla y directa inflige, he pensado y he contestado de forma igualmente sencilla y directa: quiero ver a mi mejor amigo.
Entonces me ha dicho que, bueno, si realmente tenía un motivo, ya no se metía, pero igualmente creía que lo mejor era quedarme, que la última parte era la mejor.
Ha sembrado la semilla de la curiosidad y la indecisión, por lo que le he llamado puñetero, a lo que él ha contestado que por eso lo había hecho.
A lo que le digo, bromeando:
- ¿Ves? Por esto no hay que decir la verdad.- refiriéndome al verdadero motivo por el que me quería ir.
Y dice:
- No, no, por esto hay que decirla.
Y yo:
- No, que si no la gente hace contigo lo que quiere.
Y ahí me he quedado, con 2 personas y media sabiendo que tenía el ánimo bajo y que necesitaba el abrazo de mi mejor amigo.
Antes del descanso, mi papel en el grupo era el de siempre: minimizado, desapercibido, analizando cómo reacciona la gente a lo que el profesor va diciendo, imaginándome personalidades según lo que cada quien iba diciendo.
Después del descanso, una cobaya más: indefensa, descubierta y vulnerable.

Como todos sabíamos desde el momento en que les dije al profesor y a su compañera que estaba baja de ánimos, estoy contenta de haberme quedado hasta el final. El ejercicio práctico no era ni mucho menos una escenificación cutre de una situación verosímil, sino algo mucho más abstracto y emocional, e increíblemente didáctico.

¿Me da miedo que la gente sepa que me siento triste o vulnerable? No, yo creo que no. Supongo que el problema es, como siempre, por el control. Cuando yo le cuento a alguien que me siento mal, es porque he decidio previamente contárselo y puedo prever cuáles van a ser las consecuencias de que se lo cuente. Como acepto esas consecuencias, decido contarlo y después sucede como yo había pensado.
En este caso, yo quedaba vulnerable ante unos desconocidos. Supongo que por eso, en estos grupos, me mantengo al margen, observando y analizando y siendo invisible. En el fondo, todos sabemos lo que la gente nos contestaría si les dijéramos tal cosa o tal otra. De forma que observando y analizando podemos sacar las mismas conclusiones que involucrándonos. La diferencia es que si te involucras estableces un vínculo que le permite a la gente influir directamente en ti, y es mucho más difícil decirle a una persona que te marchas a pesar de estar insistiendo por tu bien, que marcharte sin decirle nada a nadie, aunque/porque sabes que si se lo dijeras a alguien te dirían que te quedaras.

Todo esto no sería nada malo, si no fuera porque tengo la vaga intuición de que lo hago demasiado a menudo.


En el fondo creo que este hombre y su compañera me han dado el abrazo que necesitaba.

viernes, abril 09, 2010

Who's beautiful?

http://ecodiario.eleconomista.es/gente-estilo/noticias/2041663/04/10/Elle-apuesta-por-una-modelo-XXL-para-su-edicion-francesa.html

miércoles, abril 07, 2010

Día altamente satisfactorio

Hay gente que me inspira. Hay gente que se pone a hablar y me estimula de tal manera que las ideas me van y vienen por la cabeza, a lo loco, certeras y precisas. Y entonces me bulle la cabeza y esa ebullición me da un buen humor que ni endorfina segregada. Después voy a un bar, y le digo a una camarera que no me recuerda que la conozo, y me tomo el té más caro del mundo y me sabe el doble de bueno.
Debería estarse uno preguntando a cada momento '¿Es esto lo que quiero hacer con mi vida?'. Parece que es tan fácil dejarse envolver por lo que a uno le rodea, un día haciendo una excepción, otro día cediendo por cortesía, y al tercero olvidándose de la idea inicial, sin siquiera darse cuenta del durante y del después.
De pronto un día, del fondo del cajón, o de un blog olvidado, le sale a uno el recordatorio de golpe, cual sello en la frente que le deja atolondrado. 'Es verdad, yo quería eso para mí...' ¿Y qué ha pasado? No sé, se me debió olvidar. Y de la forma más tonta nuestra vida no es lo que creíamos que habíamos empezado a hacer de ella, y nos viene un gusto amargo a la boca.
Me falta algo.

viernes, febrero 19, 2010

En realidad no tengo derecho a quejarme. Si no soy lo que quiero ser, es culpa mía, porque ni mucho menos estoy tan lejos de ello.
Ahora que he asumido que siempre va a haber algo que me dé el sabor agridulce, porque yo misma escojo ponerme las cosas difíciles, ya tengo el secreto para ser feliz.

Y cosas como escuchar música clásica de vez en cuando.

martes, enero 19, 2010

Sobre isaac, abraham y caín

"El lector ha leído bien, el señor ordenó a abraham que le sacrificase al propio hijo, con la mayor simplicidad lo hizo, como quien pide un vaso de agua cuando se tiene sed, lo que significa que era costumbre suya, y muy arraigada. Lo lógico, lo natural, lo simplemente humano hubiera sido que abraham mandara al señor a la mierda, pero no fue así. A la mañana siguiente, el desnaturalizado padre se levantó temprano para poner los arreos en el burro, preparó la leña para el fuego del sacrificio y se puso en camino hacia el lugar que el señor le había indicado, llevando consigo dos criados y a su hijo isaac. Al tercer día de viaje, abraham vio de lejos el sitio señalado. Les dijo entonces a los criados, Quedaos aquí con el burro que yo voy hasta más arriba con el niño para adorar al señor y después regresaremos hasta donde estáis. Es decir, además de ser tan hijo de puta como el señor, abraham era un refinado mentiroso, dispuesto a engañar a cualquiera con su lengua bífida, que, en este caso, según el diccionario privado del narrador de esta historia, significa traicionera, pérfida, alevosa, desleal y otras lindezas semejantes."

Caín, Jose Saramago