domingo, febrero 05, 2006

Yo me apeo

"- ¡Si es que se lo dije todo! Ala: ¡te dedico mi vida!
- Ah, ¿sí?
- Bueno, dicho así, no. Pero es lo que he estado haciendo, ¿no?"

"Cinco años más tarde me di cuenta de que nunca se iba a enamorar de mí.
Y cuando había llorado no lo había hecho porque estuviera con otra, sino porque sabía que este día llegaría. Que a partir de aquel día todo iba a ir cobrando forma y a materializarse en algo. Y la forma final era el reconocimiento por mi parte de que no tenía sentido quererle siempre, dedicarle mi vida entera."

Y el único dibujo que me has hecho lo quité de la pared, y detrás seguía estando el poema que había estado siempre.


Soneto final

Por desplumar arcángeles glaciales,
la nevada lilial de esbeltos dientes
es condenada al llanto de las fuentes
y al desconsuelo de los manantiales.

Por difundir su alma en los metales,
por dar fuego el hierro sus orientes,
al dolor de los yunques inclementes
lo arrastran los herreros torrenciales.

Al doloroso trato de la espina,
al fatal desaliento de la rosa
y a la acción corrosiva de la muerte

arrojado me veo, y tanta ruina
no es por otra desgracia ni otra cosa
que por quererte y sólo por quererte.

Miguel Hernández

Lo siento por aquellos que son felices.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡QUE BONITO! y ¡¡QUE GUAPA ESTAS EN LA FOTO!!. Todo muy íntimo.
Ya me había olvidado de lo bien que escribes y ..................es que no entraba en la pecera.

Anónimo dijo...

No lo sientas por aquellos que son felices y tampoco te apiades de ti por no serlo. Hay que sufrir y ser feliz, porque: ¿como sabras que es la felicidad si nunca has sufrido de su opuesto?

Anónimo dijo...

Cris, te entiendo pero nadie sabe cuando sera un nuevo dia...