miércoles, marzo 21, 2007

Odio a Antena3

Ya no sé cómo decirlo. Los que sigáis este blog y/o seáis mi hermano (que es la persona que me suele acompañar durante los -afortunadamente- escasos períodos de tiempo en que veo Antena3 (por Los Simpson, obviamente)) sabréis de sobras que odio a Antena3, concretamente los informativos (hasta el punto de que coordino mi agenda diaria para comer a una hora que no coincida en lo más mínimo con ellos), Susanna Griso y los anuncios de fabricación casera sobre los peliculones de Antena3.
Pues bien, estaba yo tan tranquila comiendo y viendo los Simpson y ha salido un anuncio en el que aparecía la pilingui sensacionalista de turno que no sé qué hace en la vida pública de este país (quizá si este país no fuera este país, ella no aparecería; cosa que lo explica todo): Teresa Viejo, que, no contenta con haber sido directora de Interviu y presentadora de algún que otro programa estúpido y morboso de la tele, ahora se pone a presentar Cambio radical. Cambio radical será la versión española de Extreme Makeover (exitoso programa estadounidense (vaya, por qué esto no me sorprende)). Os copio y pego desde la página de A3:
"Cambio radical está exclusivamente dirigido a aquellas personas que necesitan un cambio de imagen, bien por motivos físicos o psicológicos que influyen en ellas de forma negativa. Por tanto, el objetivo del programa es el de ayudarles a transformar su vida mediante un cambio de imagen que, en consecuencia, incluirá una mejora física, pero también emocional."
Y para ello contarán con cirujanos plásticos, nutricionistas, psicólogos, y un huevo de gente supuestamente preparada.
Al final, incluso yo, que vomito ante la idea de que se emita semejante programa, acabaré maravillada de lo ideal que acaba la persona "radicalmente cambiada" y me convenceré un poquito más de que sí son necesarios ese tipo de cambios. Una vez más, mi nota: puta mierda.
Odio que se alimenten ese tipo de pensamientos. Hacen que nos acabemos dando asco todos a nosotros mismos.
Lo más gracioso de todo es que un anuncio posterior (también de fabricación casera) iba de las nuevas redonditas de colores que aparecerán en los programas de A3 para saber qué programas podrán ver los niños, o a partir de qué edades es mejor que lo vean. Mira, hasta me parece bien. Además, acaban diciendo: "porque todos somos responsables".
Ya, pero lo de que anuncies semejante programa de mierda en el horario de los únicos dibujos decentes de A3 (y que, de hecho, ni siquiera son para niños), que además coincide con la hora de comer... eso da igual, ¿no?
El domingo pasado estaba tomando una caña en una terraza porque hacía un solecito que daba gusto, y en la mesa de al lado estaban dos o tres familias, cuyos supuestos cabezas de familia masculinos llevaban una turca a base de Voll Damm maja para ser las 2 de la tarde (niños enfrente incluídos). El que tenía pinta de ser el más listo y, ante todo, observador de todos, se atrevió a afirmar que todas las mujeres somos unas falsas, porque, mira, si te fijas, todas llevan gafas de sol con cristales oscuros.
Después de vomitar, reflexiono, y es muy probable que ese tío o un tío como ése resulten tener un cargo más o menos importante en una empresa o incluso en una institución pública. E incluso que el día que den Cambio radical, lo mire y le guste.
Y entonces yo voy por la calle y veo lo gilipollas que llega a ser la gente y concluyo en que es imposible que sepamos vivir en sociedad, porque eso a lo que llamamos "sociedad" es algo demasiado complicado como para que individuos tan mermados como nosotros sepamos desempeñarlo bien.
Y hoy en un diario gratuíto decían que lo que más impotencia (no estoy segura de que fuera "impotencia" la palabra) crea entre los trabajadores es la mediocridad de sus jefes.
A mí no me ha sorprendido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se que tiene en contra de Susana Griso. Por esos labios solo pueden salir, o entrar, cosas bonitas... y ese hombre muy listo no sería, las mujeres son falsas hasta sin gafas de sol.
Quedo a la espera de otro texto de odio...