miércoles, abril 05, 2006

Fatalidad. Nada es lo que era.

Acabo de descubrir, para mi asombro y horror, que las gomas Staedtler, aquellas de la funda de cartón, ya no son como antes.
En vez de la hilera de logotipos de staedtler (cómo jode escribirlo bien) que había en las gomas de antes, ahora hay pequeños logotipillos en las dos caras grandes de la goma, como si fuera un estampado.
Y como hay estampado de logotipillo en ambas caras, ya no están aquellas letras azules que rezaban:
staedtler
Mars Plastic
Y lo que es peor aún, aún no contentos con lo de antes, resulta que el cartón que envuelve la goma sale y entra a la perfección.
¿A dónde fueron aquellos intentos vanos por volver a meter la goma dentro de la funda una vez se sacaba la goma; aquella tentación divina de querer sacar la goma, a pesar de saber a ciencia cierta que no volvería a entrar; aquel juego estúpido de querer hacer coincidir las letras azules de la goma con las letras blancas del cartón?
Atónita, sigo jugando con la goma nueva. Y reitero: entra y sale hasta con holgura.
Desolada, os informaré en los días sucesivos de si, por la más grande de las suertes, el cartón se desliza tan fácilmente sólo porque la goma es nueva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Señorita, con tantos entra y sale, deslizamientos, gomas y holguras ha conseguido ponerme cachondo.
Y no es que nada sea lo que era sino que nada es lo que parece.